Cerrando el 2020
Si me sigues en Instagram (si no, te invito a que lo hagas), sabrás que estos días me gusta repasar cómo ha ido el año que acaba.
¿Qué podría decirte?
Resumiendo y a grandes rasgos, definiría el 2020 como sorprendente. Me niego a nombrar lo que todavía nos hace estar alerta.
Los objetivos que me había propuesto en Enero se fueron diluyendo…con todo lo que eso conlleva… decepción, desilusión…
Mi faceta laboral dio un giro… y dio paso a la incertidumbre y la perplejidad.
Me tocó trabajar el desapego, el dejar ir cosas que, por lo visto, no eran para mí… y que me generó frustración y confusión entre otras cosas.
Puse en práctica todo lo que sabía sobre inteligencia emocional, paciencia y confianza, en mí, en Dios, en la Vida, y creo que funcionó.
Pero como todos los años, como todos los días, hubo cosas buenas….
Probé a fluir con la vida, sin expectativas de ningún tipo, cuando mis objetivos se tornaron imposibles de alcanzar.
Comencé otra etapa impensable, maravillosa, y que me ha dado la oportunidad de estar frente a ti que me estás leyendo.
Dejé espacio para me llegaran cosas mucho mejores y de las que ya estoy disfrutando.
Confié en mí, en Dios, en la Vida… y estoy asombrada con los resultados.
También probé recetas de cocina nuevas, descubrí a la cantante Sofía Ellar, me involucré más en mis colonias felinas y la protección animal en mi ciudad…
Sé que para muchas personas ha sido un año muy duro. Yo tengo claro que soy muy afortunada, y también que años de práctica para buscar el lado bueno de las cosas, están viendo su fruto ahora.
De cualquier forma, toca cerrar un año que no ha dejado indiferente a nadie. Un año que nos ha enseñado, creo, a valorar más los besos y los abrazos. Un año en el que quizá todos hemos descubierto que el Amor es el mejor refugio.
Brindo contigo para cerrar este año juntos… y el año que viene… ya se verá…